¿Qué puedo decir sobre "Aprender a APRENDER"?
La primera vez que le presté atención a este juego de palabras fue en el libro EL ARTE SECRETO DEL ACTOR, de Eugenio Barba y Nicola Savarese.
En el artículo al que me refiero, Barba reflexiona en torno a su relación con el llamado "mito de la técnica" y comenta sobre una etapa decisiva para el Odin Teatret. El director había finalmente abandonado la persecución de un único método de training actoral: "Sigan su propio camino, no hay ningún método, cada actor debe crear el suyo propio".
¿Qué significa eso para mí?
Pertenezco a la primera promoción -próxima a egresar- de estudiantes a nivel universitario en la carrera TEATRO a nivel nacional. Varias veces durante estos últimos años he regresado a la frase Barba. Así, fui tomando consciencia de que las experiencias más importantes que he tenido a nivel de crecimiento humano y también a nivel profesional, las he tenido lejos de la universidad.
Lejos de la universidad empecé a comprender qué significa "aprender a APRENDER"; significa que la educación estandarizada y sus sistemas de calificaciones no son garantía de ningún aprendizaje, significa que uno debe tomar agencia en su educación, que uno es su propia escuela.
Dicho eso, puedo declarar que soy una pésima alumna: no me molesto en seguir algunas indicaciones/tareas, no me interesa cumplir las rúbricas de calificación y ME ENCANTA cuestionar a mis profesores.
Sin embargo, debo defenderme y complementar lo anterior diciendo que me considero una excelente aprendiz.
¿Por qué, o sea, cómo así?
Con criterio, elijo cuándo:
1. No seguiré indicaciones que refuerzan una educación únicamente imitativa (que no comprometan la reflexión y el razonamiento crítico).
2. Contradigo explícitamente las peticiones de la "tarea" cuando considero que con ese nuevo enfoque aprenderé más y mejor.
3. Animo a otros estudiantes a ser "malos alumnos" (hacer 1 y 2)
Estas decisiones son mi modo de aprender a A-PREN-DER porque me obligan a explicar mi punto de vista sobre por qué no voy a hacer la mitad de aquella tarea (y ofreceré a cambio una reflexión/análisis que yo considere más valiosa). Decido elegir cómo educarme y rechazo toda educación desactualizada, desinformada, conformista y/o vertical. Y siento, honestamente, que he APRENDIDO tanto.
Es importante concientizar que la finalidad última de una formación profesional debe ser especializarnos en una disciplina; es decir, que nuestras motivaciones para leer, escribir y teorizar no deberían depender de un "deber" académico (tareas, exámenes, presentaciones, etc.), sino más bien de la curiosidad que uno tiene por seguir aprendiendo y reflexionando sobre aquello que a uno le interesa.
¿No me preocupan las calificaciones?
Solo cuando las considero un verdadero indicador de aprendizaje, no cuando miden mi capacidad de copiar y pegar información. No, no tengo bajas calificaciones; de hecho, son bastante buenas. Día a día me exijo vivir aprendiendo. Me estimulo a seguir cuestionando, para seguir reflexionando, para seguir aprendiendo.