#ElPerúQueQueremos

DOS MICROCRÍTICAS, una conclusión.

Por Claudia Vanesa Figueroa

Publicado: 2016-08-02

Ha concluido la décimo primera temporada de Microteatro, plataforma teatral que recientemente cumplió un año desde su llegada a Lima y que nos dice "#SalDeTuMundoPor15Minutos".


Al lado del Puente de los Suspiros, una casona se ha integrado al circuito cultural barranquino. En ella, hay 5 salas de 15 m² en las que 15 espectadores pueden ver obras de 15 minutos de manera simultánea y continua sobre un mismo tema.     ¿La temática de esta temporada? POR ORGULLO: hace referencia a julio como mes del orgullo patrio, a la aceptación de las distintas orientaciones sexuales por las que se ha marchado orgullosamente  y, claro, al orgullo como  característica de las personas. A continuación, dos microcríticas para esta temporada.


LA CARTA es un drama que invita a fantasear sobre el amor eterno. Es el sorpresivo reencuentro de un amor que el orgullo separó en la juventud. Interpretados por los destacados Enrique Victoria y Claudia Dammert, los amantes son dos personajes adorables. Son una pareja de ancianos muy inocentes que crea un vínculo que derrama ternura como solo puede hacerlo el amor en la vejez. Juan Marcos Gamboa es el autor del texto, que por momentos puede ser demasiado ingenuo, y que dirige acertadamente Francisco Merino. 

La intimidad que pueden ofrecer estas pequeñas salas es un genial aporte: hace que el estrecho espacio logre llenarse de la atmósfera romántica construida por los aciertos actorales. Sin embargo, estos logros escénicos son eclipsados, aunque brevemente, por una menos admirable video-proyección de la pareja en su juventud. Continuando con los aciertos, causa una especial conmoción en el público, la cual es difícil de ocultar debido a la naturaleza íntima del espacio compartido, como ya se mencionó.

Por otro lado, OLVIDO, dirigida por Franco Iza, parece no gozar de la misma suerte. También se trata de un reencuentro;  pero, en este caso, la expareja, interpretada por Daniel Suárez y Rocío Olivera, vive un momento angustioso. Según el texto escrito por Carlos Mugica, el amor no se ha extinguido luego de tres años de separación, y eso es lo que genera este encuentro. Se retrata en esos 15 minutos cómo un sentimiento puede deformarse tanto hasta el punto de convertirse en algo utilitario: él quiere cumplir las eternas fantasías sexuales que le despierta su expareja; ella, en cambio, solo desea un hijo de él.  

A pesar de que los personajes dejan en claro que no es posible volver a estar juntos, sostienen que el amor que sintieron por el otro será insuperable. Se advierte claramente el elemento "orgullo" en esta propuesta. Lamentablemente, es casi lo único que se ve. Los conflictos internos, la pasión, la ansiedad frente al reencuentro y, sobre todo, el amor no estaban en escena. Como ejemplo, solo en el texto quedaron esos intensos sentimientos que enloquecen y que llevan a este par a la situación límite en que se encuentra. Se percibe una falta de sensibilidad en el rol femenino: el instinto maternal y/o lujuria ausentes hacen que veamos en escena a una mujer en actitudes más bien acosadoras que amorosas. 


Ambos textos carecen de complejidad, lo cual es perfectamente válido, incluso natural, debido a los límites de tiempo que el formato exige. En ambas salas, la unidad estética que se maneja es agradablemente modesta; esto se agradece, ya que en el espacio tan íntimo que se comparte no queremos distraernos con nada innecesario. Hay que hacer valer el precio por minuto que este formato significa.

UNA CONCLUSIÓN

Microteatro ha logrado hacerse un lugar en la oferta teatral y se ha convertido en una alternativa seductora por su versatilidad. Puede ser una buena forma de introducir la experiencia teatral a nuevos públicos, gracias a sus horarios flexibles y cortos. Esto lo hace más accesible y atractivo: entras, sales a los 15 minutos, conversas o comes, vuelves entrar, vuelves a salir, sigues conversando, etc. 

Pero ¿podría esa frescura separarla de las formas convencionales de hacer teatro y convertirse en una microamenaza? Cabe considerar la posibilidad de que esta propuesta debilite el interés por obras de mayor duración o hacer del hecho teatral un evento social superficial. El tiempo y el público lo dirán.

Por lo pronto, este es un magnífico espacio para la gestación de proyectos, ya que permite a más artistas exhibir su trabajo y a más público conocerlo. Son propuestas para la inmediatez del momento, las cuales pueden envolverte, cautivarte, disgustarte, hacerte llorar, incomodarte, hacerte reír, recordar y más. Y todo en tan solo 15 minutos.


Este jueves, Microteatro estrena su nueva temporada: POR TUS INTERESES.  


Si tus microfinanzas te lo permiten, #SalDeTuMundoPor15minutos


Escrito por

Claudia Vanesa Figueroa Muro

Artista multidisciplinar. Investigación y crítica para teatro.


Publicado en

CRITICABLE

Espacio para la crítica, entrevistas y reflexión teatral.